Buscando con Pasión
  Goethe, una inmensa Pasión
 

La encontré! 

Era en un bosque: absorto
     pensaba andaba 
sin saber ni qué cosa
     por él buscaba.

Vi una flor a la sombra,
     luciente y bella,
cual dos ojos azules,
     cual blanca estrella. 

Voy a arrancarla, y dulce 
     diciendo la hallo: 
«¿Para verme marchita
     rompes mi tallo?»

Cavé en torno y toméla 
     con cepa y todo, 
y en mi casa la puse 
     del mismo modo.

Allí volví a plantarla 
     quieta y solita,
y florece y no teme
     verse marchita.


Balada de Mignon

¿Conoces tú la tierra que al azahar perfuma
do en verde oscuro brillan naranjas de oro y miel,
donde no empaña el cielo caliginosa bruma
y entrelazados crecen el mirto y el laurel?
¿No la conoces? dime. 
                            Es allí, es allí
                            donde anhelo ir contigo
                            a vivir junto a ti.

¿Conoces tú el palacio que un rey pomposo habita,
con pórtico y salones que alumbra tanta luz? 
Y príncipes de mármol, que al verme: «¡Pobre!
diránme; ¿qué te has hecho? ¿de dónde vienes tú?»
                             Es allí, es allí
                             do quiero estar contigo
                             y vivir junto a ti.

¿Conoces tú aquel monte que une al abismo un puente,
que escalan las acémilas en lenta procesión,
donde retumba el trueno e hidrópico el torrente
se precipita altísimo con resonante son?
¿Conócelo, oh maestro? 
                              Por ahí, por ahí
                              anhelo irme contigo
                              a vivir junto a ti.


 


Soneto

Del arte practicar los modos nuevos,
sagrado deber es que se te impone;
según el ritmo y el compás prescritos,
moverte tú también como yo puedes.

Que si con fuerza el ánimo se excita,
entonces justamente pide calma;
y por más aspavientos que hacer pueda,
al cabo su remate la obra halla.

Tal yo quisiera artísticos sonetos,
en un alarde medida justa,
rimar con mis mejores sentimientos;

Sólo que, a la verdad, algo me ata,
pues antaño tallaba a mi capricho,
y ahora de cuando en cuando pegar debo.




 
 

Contador gratis
 
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis